Ayer dimitió el ministro Gallardón porque se decidió no seguir adelante con su ley del aborto. Me alegro muchísimo. Con su ley no tengo muy claro que yo hubiera podido interrumpir mi embarazo. Ya sabéis que lo hice porque mi bebe tenía graves malformaciones y que no iba a llegar a nacer o si lo hacía, iba a ser con severos problemas. Se que hay personas que piensan que desde la concepción el feto tiene derecho a la vida y que una malformación no es motivo de aborto. Yo no pienso así. Si hubiera llegado a nacer, no hubiera tenido actividad cerebral ni hubiera podido andar. Eso no es vida, al menos no es la vida que quiero para mi hija. Igual que estoy a favor de la eutanasia. El que quiera vivir me parece estupendo, digno de admiración, igual que me parece estupendo, que el que no quiera, pueda elegir terminar con su sufrimiento.
Tenía mucho miedo de que esta ley se aprobase, porque quiero quedarme de nuevo embarazada, y cada día deseo no tener que volver a pasar por este infierno, pero si me volviera a pasar, no creo que pudiera soportar tener que esperar a que mi bebe se muriera dentro de mi o, peor, parirlo y que muriera al poco de nacer.
Creo que el porcentaje de mujeres que abortan " porque quieren", simplemente porque no desean el embarazo y les ha pillado por sorpresa es muy bajo. Según las estadísticas no se si mi aborto se reflejará como voluntario, si se basan en eso, no son fiables. Porque fue voluntario, si, pero por cuestiones medicas, no porque no quisiera ese embarazo.
Las mujeres no somos tontas ni unas niñas pequeñas que tengan que legislar lo que podemos hacer o no con nuestro cuerpo. Muchos médicos cuando nos quedamos embarazadas nos tratan como si no fuésemos capaces de pensar como adultas responsables y eso mismo querían hacer con esta ley, controlarnos y decirnos qué podemos o no hacer.
Ole, ole y ole, adiós Gallardon, adiós nueva ley del aborto.
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